La aventura en canoa del Taíno
Los taínos eran un pueblo ingenioso que utilizó una tecnología mínima para atravesar el mar Caribe desde Sudamérica en piraguas. No se puede exagerar la importancia de sus canoas. Las canoas formaban parte de su vida cotidiana, pero también eran importantes para los rituales, las ceremonias y los viajes. Aunque parezca increíble, fueron capaces de utilizar grandes canoas para lanzarse desde tierra firme a poblar las numerosas islas del Caribe y formar grupos, costumbres y culturas únicos entre sí.
¿Quiénes eran los taínos?
Los taínos eran un pueblo indígena que formaba parte de los indios arawak. Vivían en la región del Caribe, en Cuba, La Española (actual República Dominicana y Haití), Jamaica, Puerto Rico y las Antillas Menores. En su mayoría pacíficos, fueron los nativos con los que se topó Cristóbal Colón cuando llegó por primera vez a la República Dominicana. Vivían en grupos de entre 2.000 y 3.000 personas encabezados por un líder, y a finales del siglo XV contaban con unos 3 millones de habitantes.th siglo XIX. Sin embargo, fueron prácticamente exterminados tras la conquista española y la introducción de enfermedades, esclavitud y matanzas.
"Van a una velocidad increíble" Taínos y sus canoas
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Los taínos son un ejemplo fascinante del ingenio y la resistencia de la humanidad, ya que navegaban por aguas profundas en piraguas, abandonando la relativa seguridad del continente sudamericano para atravesar tierras desconocidas. En este artículo exploraremos quiénes eran los taínos, la importancia y función de sus canoas y cómo las utilizaban para navegar desde Colombia y Venezuela hasta las Antillas Mayores y Menores.
La importancia de la canoa
Los taínos eran agricultores y pescadores, y sus canoas eran una de sus posesiones más preciadas, por su gran variedad de usos. Utilizaban las canoas para pescar (en alta mar y en agua dulce en los lagos), comerciar, viajar, explorar, practicar deportes acuáticos, la guerra, las ceremonias, las incursiones, la comunicación con las islas locales y el transporte diario.
Como no había caza mayor en las islas, los taínos eran hábiles pescadores. En la pesca de altura, ataban un pez pequeño a un sedal, fijado a la canoa, y esperaban una captura mayor. Los pescadores se zambullían entonces en el agua para ayudar a recuperar la captura. Los taínos también pescaban en agua dulce o en los manglares, recogiendo mejillones y ostras. Por último, pescaban en los ríos, utilizando veneno obtenido de plantas locales para aturdir a los peces el tiempo suficiente para recogerlos. (El veneno no afectaba a la comestibilidad del pescado).
Sin embargo, las canoas no eran sólo objetos funcionales. Los taínos se enorgullecían de decorarlas y adornarlas. Por los documentos dejados por Colón, sabemos que las canoas se pintaban y decoraban con metal, y se convertían en bellas obras de arte. En muchos sentidos, la canoa simboliza el modo de vida taíno. De hecho, la palabra "canoa" tiene su origen en la lengua arahuaca, "canaoua."
¿Cómo fabricaban las canoas?
La canoa taína se fabricaba con un solo árbol. Talaban los árboles o los quemaban en la base; luego, ahuecaban el tronco con hachas de piedra y con fuego. Se trataba de un proceso lento, en el que excavaban poco a poco a lo largo del casco hasta darle la forma final. Algunos relatos afirman que las canoas podían transportar hasta 150 personas, pero la embarcación grande media parece haber sido de unas 40-60 personas. Sin embargo, los taínos fabricaban canoas en las que cabían desde una persona hasta cien. Las canoas grandes se utilizaban para pescar en alta mar y comerciar entre las distintas islas, mientras que las canoas personales, más pequeñas, eran de uso diario.
El tamaño de las canoas dependía del tamaño del árbol, y como tal, no eran muy anchas, pero algunos informes afirman que las canoas podían alcanzar tamaños de hasta 100 pies y 8 pies de ancho. Los españoles admiraban la velocidad y maniobrabilidad de las embarcaciones, y Colón observó que podían superar a una barcaza española, diciendo: "Van con una velocidad increíble."
Parte de su rapidez se debía a los remos que utilizaban. Aunque los historiadores y arqueólogos disponen de muy pocas pruebas, algunos artefactos apuntan a la variedad y función de los remos. Por término medio, medían unos 60 centímetros de largo y podían llevar adornos que describían el estatus social de la persona. La forma del remo dependía de su función. Por ejemplo, los remos cortos se utilizaban para aguas relativamente tranquilas (como las poco profundas), mientras que los remos de hoja afilada se utilizaban para dar brazadas rápidas y alcanzar la máxima velocidad en aguas abiertas. Los taínos remaban arrodillados en la canoa, lo que les proporcionaba estabilidad en las inestables aguas abiertas.
Algunos estudiosos han argumentado que los taínos podrían haber utilizado velas en sus canoas, pero la mayoría opina que es poco probable. Las velas habrían sido voluminosas y habrían creado más peso del necesario, desequilibrando la embarcación. Por ello, los historiadores han llegado a la conclusión de que se impulsaban con la fuerza humana, junto con la ayuda de las corrientes de agua y viento.
¿Cómo navegaban?
La mejor estimación que tienen los historiadores y arqueólogos es que los taínos viajaron desde Colombia y Venezuela entre 1200 y 1500 d.C. (se debate si viajaron desde Mesoamérica, aunque es poco probable). (Hay cierto debate sobre si viajaron desde Mesoamérica, aunque es poco probable). Aunque parece sorprendente que un pueblo precolombino, que no utilizaba brújulas, imanes ni relojes de sol, pudiera realizar el peligroso viaje desde Sudamérica hasta las islas del Caribe, ciertos factores lo facilitaron claramente.
Por un lado, el tiempo en el Caribe es bastante estable (aparte de los huracanes). Los vientos eran predecibles, al igual que las corrientes de agua. Sin entrar en tecnicismos, las corrientes de agua del Caribe forman una especie de autopista acuática. Piense en los velocípedos de los aeropuertos o en las escaleras mecánicas: las corrientes, junto con la capacidad de remar en grupo como un todo cohesionado, aceleraban enormemente su desplazamiento.
Además, los taínos podían aprovechar la previsibilidad del tiempo para planificar sus viajes de larga distancia, emprendidos sobre todo de marzo a agosto. Podían utilizar la estrella Polar y las constelaciones como guía para llegar a las islas a través del mar. Además, las islas están relativamente cerca unas de otras, lo que facilita el comercio y la comunicación. De este modo, el mar funcionaba como un gran conector entre las distintas tribus taínas.
Vive una experiencia taína
¿Sientes curiosidad por conocer la vida cotidiana de los taínos? Con la actividad de las Canoas Taínos, se transportará en el tiempo para conocer el mundo de los pueblos indígenas de la República Dominicana.
La canoa era sin duda la parte más importante de la vida de los taínos. Con ella pescaban, viajaban a islas más pequeñas, se comunicaban con otras tribus y visitaban a los chamanes para realizar rituales, curaciones y profecías. En Booking Adventures queremos sumergirte en el mundo de los taínos.
En esta actividad, zarparás en las canoas artesanales, tal y como lo hacían los taínos. Escuchará muchos de los sonidos que marcaban su conexión con la naturaleza: el canto de las grullas, el chapoteo de los cangrejos en el agua y el suave batir de las olas contra las formaciones rocosas naturales. Los arcos de las raíces de los manglares le recordarán a las catedrales y, de hecho, los taínos (aunque no tenían iglesias) eran profundamente espirituales. Una vez en marcha con nuestro guía, disfrutará de la rica variedad de aves, reptiles y peces de los manglares. Déjese deslumbrar por el brillo de las olas guiñando el ojo a la luz de la mañana, las montañas de Samaná a lo lejos y el verde esmeralda de las palmeras meciéndose.
A continuación, podrá visitar algunas de las cuevas que eran especialmente importantes para los taínos. Viajaban de cueva en cueva para visitar a los sabios, refugiarse de los huracanes y como punto de encuentro con otras tribus. Una vez en las cuevas, podrá apreciar el silencio y el aura sagrada del espacio. Verá algunas de las tallas rupestres, llamadas petroglifos, que representan a sus deidades y espíritus. Por último, podrá degustar algunas de las frutas tropicales que los taínos recolectaban antes de regresar al punto de encuentro.
En esta excursión, nuestros guías expertos describirán los múltiples usos de la canoa, cómo vivían los taínos antes de la época de Colón y cómo el manglar es esencial para la salud del medio ambiente.